sábado, 29 de junio de 2013

3 cruces.

Mi corazón está feliz.

Hoy fue uno de esos días donde sientes y sabes que estás en el lugar correcto. 
Y eso trae gozo, trae paz.

Fue tan bueno poder volver a servir cargando sillas, inflando globos, dando anuncios, compartiendo con los jóvenes,... Disfruté cada segundo! Pero Dios es tan lindo que no solo me permitió dar, también pude recibir. Y cuánto recibí!

Terminó todo el servicio y mientras esperábamos las últimas coordinaciones, algunas mujeres nos pusimos a conversar. No sé cómo terminamos con Mari contándonos parte de su testimonio. Hasta ese momento, ni me imaginaba todo lo que Dios me hablaría a través de ella. Teníamos que irnos y estaba tan interesante lo que nos contaba que caminábamos y escuchábamos. Nos detuvimos, seguíamos escuchando. Subimos al carro, seguíamos escuchando. Todo el camino hasta casi cuando le tocó bajar, seguíamos escuchando. Ella nos contó muchas cosas, dio muchos ejemplos, pero sobretodo, Palabra de Dios. Cada cosa que dijo tocó mi corazón. Luché para no derramar las lágrimas que sentía se iban formando en mis ojos. Luché! Porque me sentía tan llena de emociones, tan como: "Aaaaah, Dios! Es exactamente como me sentí/siento!" O, "Aaaaah, es exactamente lo que necesitaba escuchar!" Esa mujer es increíble... Dios la usa tanto. Dios la usó hoy tanto!

 Cuando solo quedábamos 3 personas en el carro, yo estaba sentada sola adelante. Iba mirando por la ventana, pensando y agradeciendo a Dios por el día de hoy, por haberme permitido servir y por haberme dado Palabra a través del testimonio de Mari. Me quedé pensando en un punto que ella habló casi al final: mi futura generación. Porque justo eso es algo por lo que le he estado pidiendo a Dios las últimas semanas! Motivos para empezar a orar por esto? Muchos. Hasta podría hacer una lista! Pero tardaría mucho en explicarla y no creo que muchos me entenderían. Es más algo entre Dios y yo :) Pero sí, estas últimas semanas he estado orando más que nunca por mi futura generación, por mis futuros hijos. Entonces con eso en mente, empecé a orar y las lágrimas empezaban a caer. Le hice un promesa a Dios... En ese momento, pasábamos por el Cerro San Cristobal y recuerdo pensar: "Oooh, Dios, qué genial hubiera sido que la luz de la cruz hubiera estado prendida! Hubiera sido preciso para este momento, ah! Como una señal! :P" Entonces bajé mi mirada y a medida que avanzábamos vi no solo una cruz... vi 3. Tuve que llorar en silencio. Muchas lágrimas empezaban a caer por mi rostro. Simplemente no podía parar. Por qué? Porque en ese momento Dios puso este versículo en mi corazón:

Gálatas 2:20
"He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí."

HERMOSO!
Tres cosas que Él me recordó:
1. Segunda oportunidad.
2. Ya no vivo yo.
3. Él me amó y dio su vida por mí.

1. Segunda oportunidad: Porque al hablar de la cruz y de haber sido crucificados con Él, recordé al hombre crucificado junto al mismo Jesús. Recordé la gracia que recibió, esa segunda oportunidad. Segunda oportunidad... :')

2. Ya no vivo yo: Amén. Porque es mi anhelo morir a mí día a día. Que sea más de Él en mí. Que lo que otros vean sea a Jesús, no a Debbie. Que Él controle por completo todo lo que hago, a dónde voy, lo que digo, lo que pienso, lo que siento. Que sea siempre Él. Que sea todo Él.

3. Él me amó y dio su vida por mí: Dios es amor. Y ese amor he experimentado los dos últimos meses más que nunca antes en mi vida. Su amor está llenando todos mis vacíos. Su amor me ha transformado. Su amor me hace ver muchas cosas de una manera diferente y mejor. Porque Dios me ama soy bella, soy especial, soy importante. Y Él dio su vida por mí! Porque así lo hizo, puedo proclamar que soy libre. Soy libre!!

Mi Amado ha estado hablando tanto a mi corazón en este tiempo... TANTO! Y como le escribí hace un ratito a Mari, lo que ella compartió hoy fue como para cerrar con broche de oro estos dos meses a solas con mi Padre.

Estoy tan feliz. Me faltan palabras para expresar cómo me siento. Mi corazón se siente tan a gusto, tan en paz, tan enamorado del más hermoso, del único Dios! Estoy tan agradecida con mi Señor. Él es mi Dios, Señor y Salvador. Él tiene las riendas de mi vida. Solo en Sus brazos he encontrado todo el amor que necesitaba, el verdadero amor. Solo en Sus Palabras he encontrado afirmación. Solo en Él he encontrado seguridad. Solo Él me hace sentir hermosa, bella. Solo Él me hace sentir muy especial y única. Solo Él.

Llevo esta imagen como fondo en mi celular:  


 "Jesús es suficiente. Dios es soberano."

Qué gran verdad.

Jesús es suficiente para mí. Mi Dios está sobre todas las cosas. Él gobierna mi vida. Lejos de Él nada soy. Y yo sé lo que es estar lejos de Él. Sé lo que es sentirse nada. Pero ahora es distinto. Por él soy diferente. Sé que soy amada, Él me regaló una segunda oportunidad y con mi vida y cada parte de mí quiero honrarle... < 3

viernes, 5 de abril de 2013

Media vuelta? No.

"What a horrible day".
Ese fue mi pensamiento un montón de veces ayer.
Razones? Muchas: Frustración, enojo, tristeza, desesperación, nostalgia... Todo a la vez.

Los últimos días estuve analizándome y llegué a la conclusión de que he estado corriendo en círculos. Ni siquiera caminando... CORRIENDO! Y me molesté conmigo misma porque lo sabía, siempre lo supe! Pero nunca hice algo al respecto, me estaba conformado, me sentía "feliz", me estaba engañando, y sobre todo, engañando a Dios. O eso pretendía!

Qué vino a mi cabeza luego? Gálatas 6:7
"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará." 

Baaaaam! Take that, Debbie.

Una vez me preguntaron algo así como: cuál ha sido tu mayor decisión? O la que más te costó?
Honestamente, no tenía una respuesta concreta, a decir verdad, no tenía una respuesta. Nunca tuve que tomar una decisión taaan grande o tan trascendental para mi vida. Todo había sido relativamente fácil, y siempre le di gracias a Dios por ello. Pero creo que llegué al punto en que Él pide más de mí. Mucho más.

Mientras corría en círculos, Dios me dio muchas veces la oportunidad de salir de él. Lo intenté! Pero mis decisiones nunca fueron firmes, y me da vergüenza tener que admitirlo... Entonces tenía que llegar el momento en que Dios actuara, ya no tan permisivo, sino firme, decidido a no dejar que Su hija, que Su princesa se estanque. Decidido a hacerme entender, de una manera demasiado clara pero llena de amor, que no quiere esto para mí: no así, no ahora!

Entonces hace un par de días me dijo lo que tenía que hacer. Al oírlo, me sentí como Jonás. Quise correr en dirección contraria, quise tomar un barco que me llevara lejos tan solo para no tener que afrontar el hecho de que Dios me decía: "Sal, ahora. 2 meses. Dame 2 meses." Le cuestioné todo, le expuse mis pros, mis contras, todo. Pero se me acababan las palabras, y él se mantenía firme. "2 meses. Dame 2 meses." -"Oh Señor... por qué? Por qué así?". Le pedí una señal, quizá pensando que no lo haría o que pasaría mucho para que lo hiciera. Pero cómo es Dios, no? Cuando quiere a sus hijos y tiene algo para ellos, hará todo para que suceda.

Porque mi señal llegó ayer. "No tienes nada más que decirme?" Wow. Cerré mis ojos, otra vez luché con Dios en mi mente, luché y luché. Pero ya no podía correr más, ya no podía seguir pretendiendo que no lo escuchaba, porque Su voz fue tan clara. Tan apacible. Tan llena de amor en medio de mi dolor.

Hay una decisión tomada. Y no hay marcha atrás. Ya no.

Justo recordaba hoy alguna otra vez cuando tomé la misma decisión, pero siempre esperando un "no lo hagas, vamos a resolverlo." Esta vez fue diferente. No esperé nada. No quería nada. Solo sabía que tenía que obedecer a mi Padre.

Motivos para esta decisión? Muchos. Y en realidad, ni siquiera empiezan por mí. Pero por primera vez comprendo que a veces es necesario dar un paso al costado por el bienestar, la felicidad, la paz, el crecimiento del otro. Ya no quiero ser más egoísta. Fue suficiente. No quiero interferir con los planes de Dios, quiero que Él haga su obra completa en la vida de los demás, no solo un poquito.

Tengo un dolor en el alma tan grande. Jamás había sentido algo así.
En una de las muchas veces que me levanté esta madrugada, llorando, le pedía al Señor que me quite aunque se un poquito de dolor. "Te estoy obedeciendo, que el dolor se haga más chiquito, aunque sea un poquitito más chiquito." Entonces recordé una frase del Salmo 23: "Confortará mi alma..." Con eso pude dormir.

La verdad es que me siento un completo desastre. Siento que todo es un caos dentro de mí. Pero de alguna manera, hay paz. No sé cómo, no sé por qué, pero hay paz. No me lo explico. Solo sé que detrás de esto está Dios. Tiene que ser él! Porque no sé qué voy a hacer, no sé a dónde voy a ir, no lo sé! Solo sé que hay un norte que él puso en mi corazón hace un tiempo atrás y hacia allá voy. El camino ya no parece tan claro, pero sé que él guiará mis pasos. Me está regalando este tiempo para engreírme, para alimentarme, para llenar y hasta rebosar mi copa, para confortarme, para amarme... amarme.
Dejo todas mis ansiedades en sus manos. Acepto su voluntad. Quiero que se haga Su voluntad... y no la mía. 


"Dios, tú eres un Dios bueno, buenísimo! Es momento de renunciar, entregar. Y me duele el corazón completo. Perdóname porque viví guardándome un poco de lo que te pertenecía. Gracias porque, aunque empieza difícil, esta etapa será de bendición. Moldéame y hazme una mujer conforme a tu corazón. Un mujer que te agrade, una mujer que te honre con todo lo que es. Estoy en tus manos, tú eres el mejor alfarero! Pero mientras tanto, en esta difícil transición, ahora que empieza todo y parece ser tan extraño, seca mis lágrimas, abrázame. Sé mi luz porque todo parece oscuro. Hazme sentir amada. Recuérdame que el dolor es pasajero. Que solo en ti se encuentra la verdadera felicidad, la verdadera paz. Solo en ti hay plenitud de gozo. Quiero estar sintonizada contigo, no con lo que el mundo me pueda ofrecer. Contigo, Dios. No pienso luchar más contra ti, porque ya ni siquiera tengo fuerzas. Levántame con tu mano poderosa. Prosigo a la meta. Tú vas conmigo. Tú eres mi gran amor. Te amo, Papito."


jueves, 17 de enero de 2013

Mis palabras, no las tuyas.

No soy muy buena hablando.
Muchas veces he deseado ser ese tipo de persona que puede pasarse horas y horas hablando de un tema (o de nada) sin interrupción, tan natural. Yo no soy así, yo no puedo. Es frustrante.

Pero cómo son los planes de Dios a veces, no?
Tengo la bendición de servir en un ministerio de adolescentes/jóvenes, lo que significa: haaarta consejería. Eso, combinado con mi problema para hablar más mi inseguridad, puede resultar algunas muchas veces, difícil.
Pero que no se malinterprete, amo lo que hago y le agradezco al Señor por haberme puesto donde estoy! ...pero eso no quita lo tranca, lo yuca, lo complicado.

El domingo recibí una llamada para dar consejería a una chica. Yo no la conocía, pero su mamá había oído hablar de mí, entonces me llamó. Acepté encontrarme con ella no sabiendo nada de ella, en realidad, pero quería ayudar. Entonces, me entró el miedo. Sabía que ellos pensaban que yo tenía estudios de psicología, teología y otros -ías más por ahí.. Sabía que tenían muchas expectativas y mi temor a no alcanzarlas crecía a medida que se acercaba el día. 

Mi libro de devocionales me indicaba que el martes me tocaba leer Jeremías 1:10. Lo leí, interesante. Pero algo en mí me decía: lee el capítulo completo. Así lo hice y... wow. 


La palabra del Señor vino a mí: 
«Antes de formarte en el vientre,
ya te había elegido;
antes de que nacieras,
ya te había apartado;
te había nombrado profeta para las naciones.» 
Yo le respondí:
«¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!» 
Pero el Señor me dijo:
«No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte.» Lo afirma el Señor. 
Luego extendió el Señor la mano y, tocándome la boca, me dijo:
«He puesto en tu boca mis palabras


Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! AH!

"Dios, qué tal si cancelo por esta vez y me preparo bien una semanita más. Puede ser? -Vas a ir adondequiera que Yo te envíe.
"Pero Dios, qué tal si tiene algún problema que yo jamás pasé o conocí?" -Vas a decir lo que Yo te ordene.
"Pero Dios, y si se dan cuenta que "no tengo estudios" o soy muy chibola para tratar algún tipo de problema?" -No digas: "Soy muy joven."
"Pero Dios, qué pasa si no habla mucho... Yo tampoco hablo mucho! Nos vamos a quedar calladas las 2 y sonará un grillo de fondo!" -No le temas a nadie, que yo estoy contigo...
"Pero Dios, y si abre totalmente su corazón y no sé qué decir?!" -He puesto en tu boca mis palabras. 

Literalmente, sentí esa paz que sobrepasa tooooodo entendimiento (Filipenses 4:7) Fue hermoso!
No podía dejar de llorar. Cuántas veces escuché/leí la misma historia, pero para ese día y ese momento cada palabra/frase se hizo TAN real en mí! Compruebo una vez más, Su Palabra es viva y eficaz! (Hebreos 4:12)

Vuelvo a preguntarme, acaso no es Dios el mejor? Uuuuff, lo es!

Llegó el miércoles y fue increíble. Honestamente, creo que jamás había hablado tanto jaja Era como si las preguntas, frases, versículos, consejos y más, salían de mi boca y no tenían la intención de acabarse. No me sentía nerviosa, todo lo contrario, sentía la plena seguridad que no era yo, era Él hablando por mí. Y qué alegría saber que cumplió su promesa! Terminó nuestra "reunión" y en el bus no podía dejar de agradecerle a Dios con lágrimas en los ojos. Una vez más, se pasó :') Estaba muy feliz.

Después de toda esta historia, puede sonar raro, pero hace algunos meses sentí en mi corazón el deseo de predicar, en realidad, sentí que era Dios diciéndolo. Me emocioné y todo, pero tenía mis dudas dados mis "antecedentes con las palabras y mi poca confianza en mí misma." Pero después de haber experimentado un tantito de lo que Dios puede hacer en y a través de mí, estoy dispuesta a ir por más. Quiero más! (:

Dios es bueno. Siempre lo fue y siempre lo será. Es tiempo de prepararme más y seguir creyendo en Él, porque se vienen cosas grandes para mi país, mi ciudad, mis chicos... y qué bendición es y será para mí ser parte de ello :)