martes, 6 de abril de 2010

Cuán grande es Él

…ese es el título de mi himno favorito. Cada vez que lo canto no puedo contener las lágrimas. Es que es cierto, “mi corazón se llena de emoción, CUÁN GRANDE ES ÉL”

Señor mi Dios, al contemplar los cielos
el firmamento y las estrellas mil.
Al oír tu voz en los potentes truenos
y ver brillar al sol en su cenit.

Mi corazón se llena de emoción
Cuán grande es Él, cuán grande es Él
Mi corazón se llena de emoción
Cuán grande es Él, cuán grande es Él

Al recorrer los montes y los valles
y ver las bellas flores al pasar.
Al escuchar el canto de las aves
y el murmurar del claro manantial.

Cuando recuerdo del amor divino
que desde el cielo al Salvador envió.
Aquél Jesús que por salvarme vino
y en una cruz sufrió por mí y murió.

Cuando el Señor me llame a su presencia,
al dulce hogar, al cielo de esplendor.
Le adoraré cantando la grandeza
de su poder y su infinito amor.


Cómo me encantan las dos últimas estrofas.

“Aquél Jesús que por salvarme vino y en una cruz sufrió por mí y murió.” Dios envió a su único hijo a morir por mí, a morir por ti. ¡Cuán grande fue (y sigue siendo) su amor!

“Le adoraré cantando la grandeza de su poder y su infinito amor.” A menudo me pregunto cómo será cuando estemos todos en el cielo, cuán emocionante será estar delante del Señor y adorarlo…adorlarlo por la eternidad. Agradecerle por todo lo que hizo...la verdad, no puedo esperar :)

Cuán Grande es Dios, cuán grande es mi Dios.

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