jueves, 14 de abril de 2011

Por qué no le hablas?.

Leí esto hace un par de semanas. Me encantó.

Gott will mit dir reden. Will dir zuhören.
Will dir lauschen und mit dir lachen.
Will warten, bis du die richtigen Worte findest.

Du darfst sagen, was du denkst, was du fühlst.
Darfst weinen und wehklagen.
Du darfst ihm sogar Vorwürfe machen.

Und dann lass auch ihn reden.
Sanft und einfühlsam wird er mit dir sprechen.
Klug und verständnisvoll.

Und du weißt, du bist zuhause.
                                                   Jürgen Werth


Dios quiere hablar contigo. Quiere oírte.
Quiere escucharte y reír contigo.
Esperar hasta que encuentres las palabras correctas.

Tú puedes decirle lo que piensas, lo que sientes.
Puedes llorar y quejarte.
Hasta puedes reprocharle.

Luego déjalo también hablar.
Él hablará contigo tranquilo y con sensibilidad.
Con sabiduría y comprensión.

Y allí sabes que estás en casa.


Hoy quiero y voy a hablar con Él. 
Aún sabiendo que Él conoce hasta lo más profundo de mi corazón, le voy a decir lo que pienso. Le voy a decir cómo me siento. Y hasta sí, quizá me voy a quejar también. Probablemente llore. Probablemente le pregunte por enésima vez "por qué X o Y?!". Probablemente...no lo sé.
Espero con ansias el momento de silencio. El momento en que Él me hable. Espero con ansias escuchar su voz de amor, espero con ansias escuchar palabras de aliento y de seguridad. Espero una promesa, espero lo que Él a través de Moisés le dijo al pueblo de Israel cuando eran perseguidos por los egipcios: "No tenga[s] miedo. Solo quéd[ate] quiet[a] y observ[a] cómo el Señor [te] rescatará hoy...El Señor mismo peleará por [ti]. Solo quéd[ate] tranquil[la]" (Éxodo 14:13,14).

Pero, qué si no escucho nada? Qué si es solo un silencio que dura más de lo que quiero?
Igual mi corazón estará confiado sabiendo que Él sí escuchó mi oración. Mi corazón confía en que Él cuida de mí y me tiene en sus manos.

Él es mi amigo, yo hablo con Él...por qué no lo haces tú también?

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