Un lunes, un versículo...una anécdota.

Si notaron, agregué 'una anécdota' al título de esta entrada típica mía de los lunes.

Es que ayer viví algo y lo quería relacionar con el versículo para compartir, así que aquí va.

Ayer en la tarde me tiré de un edificio, bueno, no literalmente, pero casi así :) Hay un deporte (creo que se puede definir como tal) llamado 'House Running'. Consiste en bajar caminando-colgado un edificio, que en este caso, tenía 100 metros. Lo recibí como regalo de navidad y de verdad estaba muy emocionada. Llegó el día y nos fuimos a Frankfut. Casi llegando podía ver el edificio y poquito a poquito empezaba a sentir miedo, pero al mismo tiempo, emoción. Nos presentamos, firmamos unos papeles, que por cierto no leí porque fácil y decía algo como 'en caso de accidentes durante...'. Lo sé, soy una exagerada jaja. Pero bueno, subimos los 27 pisos con asensor y luego un par de pisos más a pie. Una vez arriba, nos explicaron lo que teníamos que hacer y nos recontra ajustaron esas sogas al cuerpo (tanto que tengo unas marcas en el cuello!), pero de hecho le agradecí al chico cada ajustada porque no quería morir jaja. Era la tercera en la fila y todo iba bien hasta que me tocó. Mis rodillas empezaron a temblar y soy consciente de haber tenido una cara de espanto horrible. El chico encargado era tan buena gente y no dejaba de decirme: "lo vas a disfrutar, créeme!". Cuando me paré frente al precipicio, me congelé. Se supone que tienes que tirar tu cuerpo hacia adelante, dejarte caer y empezar a caminar. Pero yo no podía!

Yo: No puedo, no puedo! Moriré...

Chico Encargado: Sí puedes, lo vas a lograr...y no vas a morir!

Yo: No puedo, de verdad...mis piernas no se mueven!

C.E: Suelta la baranda, dame tu mano...

Yo: Noooooooooo...

C.E: Estás muy segura, no te vas a caer.

Yo: Imposible, no la hago!

C.E: Tranquilízate, déjate caer...tienes que confiar en mí, yo te estoy sosteniendo...

Yo: (después de 5 segundos) Ok, lo voy a intentar.

 Esa última frase lo fue todo.

Creo que si él no lo hubiera dicho, jamás lo hubiera hecho.

En esos 5 segundos, aunque verdaderamente cortos, muchas ideas corrieron por mi mente.

Confía...confía!

En realidad, las probabilidades de que algo me hubiera pasado eran casi nulas, pero igual, había temor. Sabía que estaba segura, que estaba recontra bien sostenida, pero no podía dejar de temblar y pensar que era imposible lograrlo.

Cuántas veces nos hemos encontrado en situaciones donde pensamos que no lo vamos a lograr y nos cuesta muchísimo dar el primer salto porque nos sentimos inseguros? Es acaso inseguridad a los desconocido? Qué nos retiene? Siempre me lo pregunto: "qué te retiene, Debbie!". La mayor parte del tiempo, mi temor a fracazar. Lo admito. Ahora me pongo a pensar en Pedro (Mateo 14:22-36), cuando caminó sobre las aguas. Sí, lo logró! Pero luego tuvo temor y comenzó a hundirse. La Biblia dice: "Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo..." (v.30). He enfrentado muchos "vientos fuertes", he tenido muchas veces temor...y me he hundido. Pero al igual que Pedro, siempre encontré a un Jesús que inmediatamente me cogió la mano y me sujetó. Es que Él siempre está allí a nuestro lado. Siempre nos sostiene. Nuestra pequeña parte en la escena es 'confiar'.

Una vez más, quiero recordarles una promesa del Señor (aquí viene el versículo del lunes):

"El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes". Deuteronomio 31:8

Entonces, sin miedo, camina. Jesús te dice "ven", Él te está esperando. Debes confiar plenamente, debes tener fe. Esa es la clave! :)

Your faith is all it takes and you can walk on the water, too...