...y mi corazón está en el Perú.
Hace exactamente una semana volví a casa. Estaba tan feliz que no pude evitar las lágrimas en el momento en que vi el Callao desde el avión, y mucho menos las pude evitar cuando abracé a papá y mamá.
Es tan lindo estar en casa una vez más. Es tan lindo apachurrar a todo el mundo. Es tan lindo poder ser parte de una iglesia y servir.
El sábado en la noche fui con mis papás a su iglesia. Después de mucho oía la canción "Hoy te rindo mi ser"...
Recordé una vez cuando viajaba con mi familia a Chiclayo y, como no podía dormir, escuchaba música en mi Discman (ala, me siento vieja...). Siempre llevaba conmigo una colección de CDs. Mi favorito era ¨Proclamaré tu amor¨, allí estaba esta canción. Recuerdo perfectamente que cuando la escuché me puse a llorar y de todo corazón le cantaba al Señor:
Qué buena canción! Esa es mi oración...
La prédica del sábado en la noche estuvo muy buena y la considero un mensaje directo de Dios para mí ahora que he vuelto. El pastor habló sobre cómo contribuir con nuestras habilidades en la sociedad. De todo lo que dijo, quiero resaltar algunas cosas:
- Dios te ha dado dones y talentos. No lo desperdicies más.
- Todo lo hemos recibido de Él.
- Somos llamados por Dios y luego capacitados por Él.
- No divorcies el don espiritual con el don natural.
- Dios llamó a muchos otros por su nombre; Él puede llamarte a ti también! Su llamado es personal y especial.
Como dije, esto llegó preciso para mí.
Empiezo una nueva etapa como líder en la iglesia y de verdad estoy muy emocionada y agradecida con Dios por la bendición. Es un reto! Pero como bien se dijo, Dios nos llama y es Él mismo quien nos capacita. Sé que Él me ha dado dones y talentos que, con mucha verguenza debo admitir, no he estado usando en los últimos meses. Él me llamó a los 13 años y creo que hasta ahora hice un buen trabajo...pero todavía no uno excelente. Y Él merece lo mejor! Todavía lucho con mis inseguridades, pero sé que Su poder se perfecciona en mi debilidad (2 Corintios 12:9).
Así que una vez más, aquí estoy. Feliz de estar aquí, emocionada por saber que se vienen cosas grandes.
Dios también te ha dado dones y talentos. Úsalos para la extensión de Su reino! No creas que no puedes, créele a Él quien te dará las armas para la batalla. Créele a Él que te dice que estará contigo donde quiera que vayas. Créele a tu Padre, tu Amigo, tu Dios...
Hoy te rindo mi ser, te doy mi corazón
Yo vivo para ti!
En cada palpitar, mientras haya aliento en mí
Dios haz tu obra en mí!
Qué buena canción! Esa es mi oración...
La prédica del sábado en la noche estuvo muy buena y la considero un mensaje directo de Dios para mí ahora que he vuelto. El pastor habló sobre cómo contribuir con nuestras habilidades en la sociedad. De todo lo que dijo, quiero resaltar algunas cosas:
- Dios te ha dado dones y talentos. No lo desperdicies más.
- Todo lo hemos recibido de Él.
- Somos llamados por Dios y luego capacitados por Él.
- No divorcies el don espiritual con el don natural.
- Dios llamó a muchos otros por su nombre; Él puede llamarte a ti también! Su llamado es personal y especial.
Como dije, esto llegó preciso para mí.
Empiezo una nueva etapa como líder en la iglesia y de verdad estoy muy emocionada y agradecida con Dios por la bendición. Es un reto! Pero como bien se dijo, Dios nos llama y es Él mismo quien nos capacita. Sé que Él me ha dado dones y talentos que, con mucha verguenza debo admitir, no he estado usando en los últimos meses. Él me llamó a los 13 años y creo que hasta ahora hice un buen trabajo...pero todavía no uno excelente. Y Él merece lo mejor! Todavía lucho con mis inseguridades, pero sé que Su poder se perfecciona en mi debilidad (2 Corintios 12:9).
Así que una vez más, aquí estoy. Feliz de estar aquí, emocionada por saber que se vienen cosas grandes.
Dios también te ha dado dones y talentos. Úsalos para la extensión de Su reino! No creas que no puedes, créele a Él quien te dará las armas para la batalla. Créele a Él que te dice que estará contigo donde quiera que vayas. Créele a tu Padre, tu Amigo, tu Dios...
"Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe."
Gálatas 6:9-10 
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