lunes, 8 de agosto de 2011

Un lunes, un versículo...una anécdota.


Ayer dormí toda la tarde, por ende, no podía dormir en la noche. Como a las 2 o algo más, dejé la computadora para ser más productiva y me fui a leer. Estoy ahora en el libro de Lamentaciones. Tenía un par de preguntas en la cabeza y antes de leer oré y le pedí a Dios que me hablara. Voy a ser muy honesta: no pensé encontrar respuesta alguna en Lamentaciones, pero Dios se las sabe todas. Cambié de parecer...

Leí este versículo (24) y el siguiente. Dios fue muy claro conmigo!

"Señor, y qué hay de esto? Es o no es?"
"Espera..."
"Y qué pasa si..."
"Espera..."

Volví a ser la Debbie impaciente. Dios volvió a decirme "espera".

"Por qué te apresuras? Un paso a la vez. No intentes hacer todo por ti misma. Yo estoy al mando, recuérdalo. Déjame trabajar que tengo muchas sorpresas para ti! Espera, tus respuestas están en camino."

Sí, sí, Él está al mando. Él sabe perfectamente esos cuándos, cómos y dóndes que yo desconozco por completo!
Voy a dejar de pensar tanto y sacar conclusiones antes de tiempo. Voy a confiar plenamente en Él...PLENAMENTE.

Tengo mucha paz ahora. Si el dice que debo esperar, esperaré. 
Él tiene sorpresas para mí y, pues, yo amo las sorpresas! :)


No hay comentarios:

Publicar un comentario