"No temas ni desmayes, mamá estará bien..."

Esa es la versión de Isaías 41:10 que me dijo mi pequeña hermana de 10 años hace 2 días que llamé a casa. No pude hacer más que llorar (claro, ella jamás lo notó) y agradecerle a Dios en ese momento por hablarme a través de esa enana. Las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas, pero a la vez sentía tremenda paz en mi corazón, esa paz que uno no puede explicar, esa paz que solamente Dios puede dar.

El domingo me sentía algo sola y aburrida, entonces llamé a casa. Me alegró tanto escuchar el 'aló' de mamá. La verdad la escuché cansada...pero era ella, mi Mutti :) El viernes fue su primera quimioterapia. No tengo la menor idea cómo es eso, pero he oído hablar mucho de los efectos que produce en muchas personas. Por eso ese día y todo el fin de semana no dejaba de pensar en mamá. A veces se me hace taaan difícil estar lejos de casa! El viernes me sentía preocupada, tenía temor (solo Dios sabe cuánto he llorado sola en mi cuarto desde ese 11 de enero...) Tenía temor llamarla, quizá algo dentro de mí en realidad no quería saber cómo estaba! Pero por otro lado, mi corazón confía en Dios. Entonces el domingo llamé. Cuánta alegría saber que está bien. Definitivamente las cosas no son fáciles para ella, pero es taaan valiente, es taaan fuerte. La admiro demasiado. Creo que yo en su lugar ya me hubiera quebrado, pero el Señor ha puesto tanto valor en su corazón, es completamente una mujer de Dios. Mamá estoy orgullosa de ti ♥ Dios se las sabe todas...y Mutti me dijo algo que me hizo pensar. Dijo algo así como que gracias a Dios yo estoy fuera de Lima en estos momentos porque la verdad, no soy tan fuerte que digamos y admito que mis días hubieran sido demasiados 'grises'...Comprendo ahora que Dios me quiso fuera. Comprendo que Dios está usando esta prueba para que yo confíe más en Él, que el quiere trabajar mi paciencia, que Él quiere que aprenda a esperar...que Él quiere que le entregue el absoluto control. Y la verdad, NO HA SIDO FÁCIL. Amo a mi familia tanto y estar lejos de casa en momentos como este al principio me trajo nada más que tristeza y soledad...pero Dios es bueno. Sí, mi Padre es bueno; y lo digo con lágrimas en los ojos...pero con una gran sonrisa en mi rostro a la vez. Quizá si hubiera estado en casa junto a mamá y hubiera experimentado todo lo que ella experimentó, no lo hubiera soportado (en mis fuerzas jamás!) Pero Dios en su infinito amor me trajo a Arequipa. Al principio solo pensé que venía aquí para servir, dar de mí...pero ahora me doy cuenta que Dios vió más allá. También quería trabajar en mi carácter. No puedo decir nada más que GRACIAS. Papá dice que este es un tiempo para acercarnos más al Señor como familia. Debo agregar que también es un tiempo para, a pesar de todas las dificultades o impedimentos, ser de bendición ahora más que nunca para otros. Mamá aunque no se de cuenta, lo está siendo. Cuántas personas han sido bendecidas por su testimonio a través de internet! Cuántas personas la ven como un ejemplo de mujer de Dios a seguir! (y me incluyo en el grupo). Como ya dije, estoy orgullosa de ella :) Una parte de mí se pregunta por qué de esta manera, ¿acaso no pudo ser de bendición estando sana? Pero nuestro Dios sabe más, y el ve mucho más allá de lo que yo veo. Sé que Él hará un milagro en la vida de mamá. Mientras tanto, como dijo mi hermana, no temeré ni desmayaré, por la gracia y misericordia de Dios mamá estará bien...ella estará bien.

"Esperar en Ti difícil sé que es...pero mi corazón confiado está en Ti. Tú siempre has sido fiel, me has sostenido..." Esperar en Ti, Jesús A. Romero